sábado, 19 de diciembre de 2009

VARAPALO JUDICIAL A LAS ANSIAS PRIVATIZADORAS DE ESPERANZA AGUIRRE

El TSJM anula la supresión del colegio Miguel Ángel Blanco de la red pública

Varapalo judicial a las ansias privatizadoras de Esperanza Aguirre

ELPLURAL.COM/EUROPAPRESS

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha anulado la parte del Decreto por el que la Comunidad de Madrid suprimió el CEIP Miguel Ángel Blanco del Álamo de la lista de centros públicos de la región al estimar que la decisión no se ajustó a Derecho al ir en contra de la Ley que regula esta materia, según informa Europa Press.
En una sentencia hecha pública este viernes, la Sala de lo Contencioso-Administrativo estima el recurso interpuesto por la Federación Regional de Enseñanza de CC.OO. contra el Decreto de mayo de 2008 que se refería a la creación y reorganización de los centros públicos de Educación Infantil y Primaria para el curso escolar 2008-2009.

“Elementos claros de ilegalidad”

La privatización del Miguel Ángel Blanco provocó que los padres de los 80 alumnos del centro convocaran diversas concentraciones ante el Ayuntamiento de esta localidad madrileña. La ex portavoz de IU en la Asamblea de Madrid Inés Sabanés aseguró entonces que había "elementos claros de ilegalidad”.

“Desviación de poder”

En su recurso, el sindicato impugnó la norma al considerar que la supresión del CEIP Miguel Ángel Blanco carecía de motivación. Además, CC.OO. consideró que con esa decisión, la Comunidad de Madrid incurrió en "una desviación de poder".

Decisión contraria

En el examen de los motivos, la Sala reseña que los datos de escolarización del municipio "obligaría justamente a adoptar la decisión contraria y a mantenerlo como público para satisfacer la gran demanda existente en el municipio y la adecuada prestación del servicio público", informa Europa Press.

jueves, 10 de diciembre de 2009

OBRAS EN SERRANO... LA PESADILLA CONTINÚA

EL MUNDO

LA REMODELACIÓN DE SERRANO / La polémica

Siempre hubo clases (de acera)

A un lado, el 'rico', 10 metros de acera. Al otro, el 'pobre', tan sólo cinco. Así quedarán las dos 'orillas' de la futura calle Serrano sin coches, lo que ha desatado las iras de los comerciantes de la acera menos favorecida por la remodelación: «Es injusto»

QUICO ALSEDO

Los ricos también lloran. O al menos, sueltan alguna lagrimita de vez en cuando. Por ejemplo, en la calle de Serrano, en la que no será oro todo lo que reluzca, aun cuando terminen las labores de remodelación de la vía.


Una acera, la este, reflejará bien el poderío económico del barrio de Salamanca con 10 metros de anchura (en concreto, 9,95 metros). La otra, la oeste, la que da hacia Castellana, se quedará mientras en apenas cinco con 15 centímetros. Acera rica, acera pobre, pues. Y es que, como bien saben en la zona, siempre hubo clases.

Dado que las obras aún no han terminado, la diferencia entre ambas orillas habrá que buscarla aún en el terreno de la prospectiva. Pero quien sí que puede valorar ya la desigualdad es José Luis, propietario del restaurante señero cerca del cruce con María de Molina. Ahí sí que han terminado ya los trabajos, y el resultado es palmario.

A un lado, al pie de la Fundación Lázaro Galdiano, la acera se extiende por espacio de, fácilmente, unos 12 metros. Al otro lado de la calle, frente a José Luis, apenas cinco metros con 30 míseros centímetros.

«Bueno, y eso que al final hemos pillado 20 centímetros más de lo que decía el proyecto...», dice José Luis, que se muerde la lengua para no quejarse más amargamente. «Mira, hemos sufrido mucho con las obras y más que vamos a sufrir, la facturación habrá bajado más de un 20%, y hombre, después de todo este jaleo, pues te sabe a poco que tu lado quede como queda y y el otro... Digo yo: ¿no podían haberle quitado un par de metros a la otra acera para ponerlos aquí? Es verdad que queda más espacioso, mucha más amplitud, pero más equilibrio sería mejor para todos».

Un poco más allá, en la tienda de Viceroy, se repite la cantinela: «Vamos a ver, la acera de enfrente [la de los pares] siempre ha sido la buena, la que tenía más movimiento. Esta hubiera sido una buena oportunidad para equilibrar ambas, pero no ha sido así. Es injusto, pero es lo que hay».

Viceroy está en la intersección con Ortega y Gasset, y su encargada sostiene que «desde la Puerta de Alcalá hasta aquí es una calle Serrano, y de aquí hasta María de Molina es otra. Hacia Alcalá siempre ha funcionado mucho mejor, y en la acera de enfrente, además, están El Corte Inglés y Zara, lo que genera muchísimo movimiento. Es que incluso el carril bici que les van a poner a ellos puede ser beneficioso, porque da una sensación como de paseo, mientras que a nosotros se nos queda una acera como de cualquier calle».

Al otro lado, en la orilla rica, el quiosquero enfrente del portal Serrano, 76 se felicita del espacio que le va a quedar: «Hombre, va a ser una maravilla. Tener espacio de sobra viste mucho, y más si tienes el escaparate en medio de la calle, como es mi caso».

En la peluquería Madrigal, de nuevo en la acera pobre, se quejan: «Es extraño que el [centro comercial] ABC, que aglutina a un montón de marcas, no haya pesado más a la hora de conseguir una mejor acera... Pero claro, ellos sus escaparates los tienen dentro, tampoco les importa tanto lo de fuera. En Madrigal se quejan de que «es una clara injusticia» y de que «aquí a los comerciantes ni nos han preguntado».

Otro factor siempre ha perjudicado a la acera de los impares, a decir de varios de los comerciantes: el hecho de que la par esté más alta, de que se aproveche de la «pequeña pendiente» que tiene la calle a lo ancho.

Son quejas, no obstante, administrativamente sin sentido alguno. Explica por qué Hilario Alfaro, de la Confederación del Comercio Especializado de Madrid: «Vamos a ver, para eso hubo tres reuniones de información pública en el Teatro Fernán-Gómez, en que se le explicó a particulares, empresas y comerciantes qué se iba a hacer y cómo se iba a hacer. Además, hubo también un periodo de alegaciones. Quien se sorprenda ahora es porque no se informó a tiempo, es así. Yo también sufro las obras, mi oficina está en Serrano con Goya, pero lo cierto es que los plazos se están cumpliendo y se está haciendo bien».



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«No tiene sentido»

Muy «cabreados» andan por ejemplo en la tienda de Roberto Verino, en el lado 'malo' de Serrano. Lo explica Joaquín, su encargado: «Todo esto se nos ha implantado, nadie nos ha preguntado qué nos parecía, no se nos ha consultado, se nos ha presentado a hechos consumados. Son cinco metros contra 10, así de claro, es una injusticia de libro y nuestras ventas se van a ver afectadas por supuesto». Joaquín asegura que económicamente «se va a notar mucho» que una acera sea del doble de tamaño que la otra: «Es demEL MUNDO

LA REMODELACIÓN DE SERRANO / La polémica

Siempre hubo clases (de acera)

A un lado, el 'rico', 10 metros de acera. Al otro, el 'pobre', tan sólo cinco. Así quedarán las dos 'orillas' de la futura calle Serrano sin coches, lo que ha desatado las iras de los comerciantes de la acera menos favorecida por la remodelación: «Es injusto»

QUICO ALSEDO

Los ricos también lloran. O al menos, sueltan alguna lagrimita de vez en cuando. Por ejemplo, en la calle de Serrano, en la que no será oro todo lo que reluzca, aun cuando terminen las labores de remodelación de la vía.


Una acera, la este, reflejará bien el poderío económico del barrio de Salamanca con 10 metros de anchura (en concreto, 9,95 metros). La otra, la oeste, la que da hacia Castellana, se quedará mientras en apenas cinco con 15 centímetros. Acera rica, acera pobre, pues. Y es que, como bien saben en la zona, siempre hubo clases.

Dado que las obras aún no han terminado, la diferencia entre ambas orillas habrá que buscarla aún en el terreno de la prospectiva. Pero quien sí que puede valorar ya la desigualdad es José Luis, propietario del restaurante señero cerca del cruce con María de Molina. Ahí sí que han terminado ya los trabajos, y el resultado es palmario.

A un lado, al pie de la Fundación Lázaro Galdiano, la acera se extiende por espacio de, fácilmente, unos 12 metros. Al otro lado de la calle, frente a José Luis, apenas cinco metros con 30 míseros centímetros.

«Bueno, y eso que al final hemos pillado 20 centímetros más de lo que decía el proyecto...», dice José Luis, que se muerde la lengua para no quejarse más amargamente. «Mira, hemos sufrido mucho con las obras y más que vamos a sufrir, la facturación habrá bajado más de un 20%, y hombre, después de todo este jaleo, pues te sabe a poco que tu lado quede como queda y y el otro... Digo yo: ¿no podían haberle quitado un par de metros a la otra acera para ponerlos aquí? Es verdad que queda más espacioso, mucha más amplitud, pero más equilibrio sería mejor para todos».

Un poco más allá, en la tienda de Viceroy, se repite la cantinela: «Vamos a ver, la acera de enfrente [la de los pares] siempre ha sido la buena, la que tenía más movimiento. Esta hubiera sido una buena oportunidad para equilibrar ambas, pero no ha sido así. Es injusto, pero es lo que hay».

Viceroy está en la intersección con Ortega y Gasset, y su encargada sostiene que «desde la Puerta de Alcalá hasta aquí es una calle Serrano, y de aquí hasta María de Molina es otra. Hacia Alcalá siempre ha funcionado mucho mejor, y en la acera de enfrente, además, están El Corte Inglés y Zara, lo que genera muchísimo movimiento. Es que incluso el carril bici que les van a poner a ellos puede ser beneficioso, porque da una sensación como de paseo, mientras que a nosotros se nos queda una acera como de cualquier calle».

Al otro lado, en la orilla rica, el quiosquero enfrente del portal Serrano, 76 se felicita del espacio que le va a quedar: «Hombre, va a ser una maravilla. Tener espacio de sobra viste mucho, y más si tienes el escaparate en medio de la calle, como es mi caso».

En la peluquería Madrigal, de nuevo en la acera pobre, se quejan: «Es extraño que el [centro comercial] ABC, que aglutina a un montón de marcas, no haya pesado más a la hora de conseguir una mejor acera... Pero claro, ellos sus escaparates los tienen dentro, tampoco les importa tanto lo de fuera. En Madrigal se quejan de que «es una clara injusticia» y de que «aquí a los comerciantes ni nos han preguntado».

Otro factor siempre ha perjudicado a la acera de los impares, a decir de varios de los comerciantes: el hecho de que la par esté más alta, de que se aproveche de la «pequeña pendiente» que tiene la calle a lo ancho.

Son quejas, no obstante, administrativamente sin sentido alguno. Explica por qué Hilario Alfaro, de la Confederación del Comercio Especializado de Madrid: «Vamos a ver, para eso hubo tres reuniones de información pública en el Teatro Fernán-Gómez, en que se le explicó a particulares, empresas y comerciantes qué se iba a hacer y cómo se iba a hacer. Además, hubo también un periodo de alegaciones. Quien se sorprenda ahora es porque no se informó a tiempo, es así. Yo también sufro las obras, mi oficina está en Serrano con Goya, pero lo cierto es que los plazos se están cumpliendo y se está haciendo bien».



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«No tiene sentido»

Muy «cabreados» andan por ejemplo en la tienda de Roberto Verino, en el lado 'malo' de Serrano. Lo explica Joaquín, su encargado: «Todo esto se nos ha implantado, nadie nos ha preguntado qué nos parecía, no se nos ha consultado, se nos ha presentado a hechos consumados. Son cinco metros contra 10, así de claro, es una injusticia de libro y nuestras ventas se van a ver afectadas por supuesto». Joaquín asegura que económicamente «se va a notar mucho» que una acera sea del doble de tamaño que la otra: «Es demasiada diferencia, y además no tiene sentido. ¿Por qué va a ser un lado tantísimo más grande que el otro? ¿A santo de qué?». En la Confederación del Comercio Especializado de Madrid admiten que no tienen «ni idea» de por qué tal diferencia en los tamaños, aunque la presencia de carril bici en el lado par podría tener algo que ver. «Hombre, lo que pasa es que aquella siempre fue la acera buena y ellos tienen más poder, eso es así», dice Joaquín. Que remata: «Lo del carril bici ha podido ser hasta una excusa para hacerla más grande, fíjate». Algo parecido cuentan en la tienda de al lado, de Pronovias: «Nos parece completamente injusto», dice la encargada. «Pero claro, es que allí está El Corte Inglés. ¡Seguro que pagan ellos!».


asiada diferencia, y además no tiene sentido. ¿Por qué va a ser un lado tantísimo más grande que el otro? ¿A santo de qué?». En la Confederación del Comercio Especializado de Madrid admiten que no tienen «ni idea» de por qué tal diferencia en los tamaños, aunque la presencia de carril bici en el lado par podría tener algo que ver. «Hombre, lo que pasa es que aquella siempre fue la acera buena y ellos tienen más poder, eso es así», dice Joaquín. Que remata: «Lo del carril bici ha podido ser hasta una excusa para hacerla más grande, fíjate». Algo parecido cuentan en la tienda de al lado, de Pronovias: «Nos parece completamente injusto», dice la encargada. «Pero claro, es que allí está El Corte Inglés. ¡Seguro que pagan ellos!».