miércoles, 15 de febrero de 2012

Del ocaso a la refundación de la socialdemocracia europea

Interesante articulo de un compañero de Agrupación, publicado en valenciaplaza.com, la ejecutiva no comparte el articulo lo expone para debatir.

Del ocaso a la refundación de lasocialdemocracia europea

'PREFABRICADO 84' (*). HOY "Es inaplazable la reconstrucción de un sistema fiscal que, lejos deconstituir un mal necesario, debe reivindicarse como clave maestra de la redistribución de la riqueza y lacohesión e integración social..."

MADRID. "El PSOE tendrá que acometer con éxito diversas y arduas tareas si quiere volver aser un partido de gobierno. Entre otras, el diagnóstico de sus últimos desastres electorales y la
puesta en marcha de un proceso de discusión y elaboración de una línea ideológica coherenteque se materialice en un programa claro y atractivo capaz de recuperar el apoyo de suspotenciales votantes. Este breve artículo sólo pretende someter a consideración pública unas cuantas ideas sobre estas dos cuestiones.

El declive de la izquierda y sus causas

Si analizamos las claves del declive de la izquierda en los países desarrollados encontramostres factores, a nuestro juicio, fundamentales: la pérdida de conciencia de su papel en lasociedad de una gran parte de las clases trabajadoras, la segregación de los movimientospolíticos de izquierdas en grupos de intereses particulares, y el triunfo de un movimientoconservador sólidamente articulado.

Los cambios económicos y sociales producidos por el New Deal y las políticas de cortesocialdemócrata constituyen, irónicamente, la base objetiva que ha permitido el éxito de unanueva derecha con un fuerte apoyo económico, una poderosa maquinaria mediática a suservicio y una agenda política cuidadosamente diseñada.

Es sorprendente que, como solución a un cataclismo económico provocado por ladesregulación económica y sus consecuencias, la existencia de estímulos perversos en lasinstituciones financieras y su poder sin límites, y el expolio a través del sobreendeudamientode las capas más desfavorecidas de la sociedad americana, hayan acabado por imponerse lasrecetas conservadoras, consistentes en detraer recursos de la sociedad en su conjunto paraentregárselos incondicionalmente a los responsables últimos de la situación actual.

En el ámbito español, los éxitos electorales del PSOE en 2004 y 2008, achacables enbuena medida a los deméritos del PP, no hicieron sino enmascarar su paulatino declive,descomposición orgánica y desconexión con la sociedad iniciada en los noventa. Aunquesupiera aprovechar los errores de Aznar y Rajoy para alcanzar y mantener el poder, el PSOEfue incapaz de adecuar su programa de acción política a los nuevos retos y realidades (impulsoglobalizador, integración europea y contracción económica) y asumir la iniciativa política.

Reivindicar los valores de la izquierda

Resulta ineludible ligar el rearme, tanto ideológico y ético como programático, de lasocialdemocracia europea con la salida de la crisis. La supuesta salida neoliberal, basadaen exclusiva en la consolidación fiscal, supondrá un período indefinido de estancamientoeconómico (al menos de Europa, aunque sus efectos serían probablemente mucho másamplios) y drásticos recortes en el Estado de Bienestar. Lo que empieza a conocerse comodécada perdida en lo económico sería devastador en lo social, si no se consigue un apoyomasivo para un modelo social y político alternativo.

Es necesario articular un programa socialdemócrata que, siempre desde la consolidación delos derechos y libertades civiles, presente como señas de identidad la defensa de la igualdadde oportunidades como parte de un esquema de política sostenible, articulada en un triplecompromiso: con el Estado del Bienestar y la lucha contra la pobreza y la desigualdad, con lapromoción de la competitividad y estabilidad económica, y con el medio ambiente. El equilibrioentre estos tres ejes define un programa progresista.

Sólo logrando previamente que se dejen de jugar todos los partidos en campo contrario,
resultará posible volver a poner en el centro del debate político la búsqueda de una sociedadlibre, cohesionada, justa, segura y con igualdad de oportunidades. Hay que explicar elproyecto a la sociedad y convencer, y para ello tan importante como los objetivos políticosque se persiguen es la forma de hacerlo, y en este terreno es fundamental repensar laorganización del partido poniendo en el centro valores como participación continua demilitantes y ciudadanos, transparencia e intransigencia absoluta con la corrupción, utilizaciónde las posibilidades que abren las redes sociales y actuación coordinada con el resto de lossocialistas europeos.
Un acción política de ámbito europeo.

La salida de la actual crisis sólo resulta abordable desde una perspectiva europea. Hoy elcampo de juego es Europa, y produce vértigo ver cómo se deciden cambios de gobierno,reformas fiscales, y ajustes sociales desde Berlín y París a golpe de teléfono, pero al margende Bruselas y de las instituciones europeas y fuera del debate parlamentario y de la opiniónpública de los países afectados.

Europa es un gigante económico, pero una enana política cada vez más alejada de susorígenes democráticos. Es necesario un nuevo aire en Europa, donde se recuperen susprincipios de libertad y democracia. Solo es posible dotar de mayor poder a las institucioneseuropeas si estas cuentan con la legitimidad de las urnas y el control por parte de losciudadanos y las sociedades que integran la Unión.

La crisis ha venido a subrayar, quizás de forma más dramática, los retos preexistentesplanteados por la globalización en sus diversas vertientes: la deslocalización industrial, elreequilibrio derivado del crecimiento de los países emergentes y la intensificación de los flujosmigratorios, entre otros. Sólo desde una plataforma europea cabe la posibilidad de convertir losretos planteados en oportunidades sobre la base del acervo político, institucional, tecnológico ycultural europeo.

Frente a los recortes de gasto y sus efectos contractivos, únicamente la defensa del euro y
la solidaridad entre los miembros de la Unión puede lograr la superación de la crisis fiscal yde deuda. Sorprende que, a estas alturas de la crisis del Euro, los partidos socialdemócrataseuropeos carezcan de una propuesta de actuación conjunta que vaya más allá de los estrechosintereses nacionales y los esfuerzos infructuosos por agradar a los mercados.
Igualmente, sólo desde la cohesión y concienciación europea cabe abordar los graves desafíosque la intensa presión sobre los recursos naturales entraña para la supervivencia del planeta.También es imprescindible una perspectiva europea para plantear una política de seguridad ydefensa y promover iniciativas valientes en defensa de los derechos humanos en el mundo.

Políticas sociales sostenibles y Estado del Bienestar

Una sociedad basada en niveles cada vez mayores de dualidad y alienación social, con unasnuevas generaciones instaladas en la precariedad a pesar de su alta formación, abocadasincluso a la emigración económica, sencillamente no es viable. No al menos en un marcopolítico democrático y con una economías que son ahora enormemente más prosperas de loque eran en la posguerra.

Hay que poner en valor el Estado del Bienestar, fruto en buena medida de la acción políticade la socialdemocracia europea, como lo que es, no como un lujo, sino como un pilar básicodel contrato social que posibilita que todos podamos vivir en armonía disfrutando de unnivel razonable de seguridad económica. Para ello hay que luchar por un dimensionamientoadecuado del sector público y cuestionar la supuesta mayor eficiencia del sector privado a lahora de producir bienes o prestar servicios cuya lógica, por su naturaleza, debe ir más allá dela obtención de un beneficio y cuyo retorno solo puede disfrutar la sociedad en su conjunto.

En un contexto económico y social marcado por la incertidumbre, en el que incluso lossectores mejor asentados de las clases medias no están a salvo de los reveses del destino,es más necesario que nunca que los poderes públicos asuman entre sus objetivos básicosla reducción de la incertidumbre. Para ello es inaplazable la reconstrucción de un sistemafiscal que, lejos de constituir un mal necesario, debe reivindicarse como clave maestra de laredistribución de la riqueza y la cohesión e integración social. Deben conseguirse avancesinmediatos en la eliminación de paraísos fiscales y la necesaria coordinación de políticasfiscales a nivel europeo, especialmente en lo relativo a la tributación de las grandes empresas,las transacciones y rentas del capital y las grandes fortunas.

Son también necesarias reformas de gran calado que garanticen el uso eficiente de losrecursos públicos sin comprometer el Estado del Bienestar ni la capacidad de invertir enel futuro de la sociedad. Para ello es necesario eliminar duplicidades entre las distintasadministraciones públicas, así como reorientar las intervenciones buscando políticas centradasen el logro de objetivos de largo alcance a través de actuaciones sencillas de implementar ycontrolar, revitalizando y reorientando radicalmente los organismos inspectores y supervisoresexistentes.
Urge conseguir una educación pública de calidad que garantice la cohesión y el progreso socialy sostenga la competitividad y el crecimiento económico, y defender la sanidad pública, orgullode la sociedad española, y fundamental para el equilibrio social y económico. Los avancesmás recientes en materia de dependencia, que el gobierno actual parece ansioso por revertir,deberían garantizar un futuro de dignidad para los elementos más débiles de la sociedad.
Debemos apostar claramente por sanidad, educación y dependencia, no sólo por la protecciónsocial que proporcionan, sino también como sectores generadores de empleo, tanto en elpresente como en el futuro. Hay que lograr también la integración de los inmigrantes sin queello suponga, bajo riesgo de graves tensiones, una merma de derechos sociales para el restode la población.

Competitividad y sostenibilidad medioambiental

El déficit de competitividad de la economía española tiene mucho más que ver con lainsuficiencia de innovación tecnológica, con la ineficiencia de los servicios (públicos y privados)y con carencias de la cultura laboral y empresarial que con el abaratamiento del despido ola reducción de salarios. Aun siendo necesaria la racionalización de la contratación laboral,se requiere un pacto de gran alcance entre el estado y los agentes sociales para propiciar lainversión tecnológica, la competitividad de los servicios, el fomento de la formación laboral yempresarial, la mejora de la calidad y la estabilidad del empleo.

Hay que afrontar de forma valiente la globalización, compatibilizando los movimientosmigratorios, productivos y comerciales, necesarios para que el nivel de vida de los ciudadanosdel tercer mundo mejore, con el establecimiento de controles que garanticen que reciben (biensea en su países de origen, bien sea como inmigrantes) una porción justa de la riqueza quegeneran, en el marco de sistemas políticos que garanticen cada vez más libertades. Especialatención debe prestarse a la naturaleza de los servicios financieros, a su control y regulacióny a la limitación de su tamaño y tendencia a absorber recursos necesarios para la economíaproductiva.

Hay que hacer hincapié, por último, en la utilización razonable y compartida de los recursos,la minimización de los residuos y de la huella medioambiental, la reducción de emisionesy el respeto por el equilibrio ecológico y medioambiental. La sostenibilidad medioambientalconstituye un principio ampliamente compartido y entendido como un derecho cívico más, y esla base para la seguridad energética y el crecimiento sostenible a largo plazo.
Es imprescindible diseñar tasas compensatorias sobre los productos y servicios generados,dentro o fuera de nuestros países, cuando no atiendan a nuestros requerimientosmedioambientales. Cualquier actuación en este terreno, vital para la supervivencia del planeta,debe abordarse de nuevo desde la cohesión y concienciación europea.

La socialdemocracia europea, en la casilla de salida

La formidable pero ilusionante tarea que el Partido Socialista tiene ante sí debe sustanciarseen un ejercicio compartido con el resto de las organizaciones socialdemócratas europeas queconcrete la salida de la crisis económica sin merma de los derechos sociales, mientras quesimultáneamente reconstruye su organización y programa de cara a recuperar su posición en lasociedad y en la política españolas.

Desde una óptica socialista, el poder no es un fin en sí mismo, y por ello el PSOE debeabandonar un modelo agotado, centrado de facto en la administración del poder político paraconvertirse, ante todo, en un instrumento en defensa de la igualdad de oportunidades y delprogreso de la sociedad. Esto solo puede conseguirse convirtiendo el partido en realmenteabierto, transparente y eficaz a la medida de su espacio social, estableciendo cauces de
participación que movilicen una masa de militantes y simpatizantes que no es en absolutodespreciable. Estos cauces permitirán además renovar los cuadros dirigentes e incorporarsavia nueva, tan necesaria.

El partido debe establecer códigos éticos que impidan y prevengan no solo loscomportamientos corruptos, sino también los simplemente disonantes con la ética socialista,como única forma de conseguir el reconocimiento social como institución ejemplar y superar ladesconfianza hacia la política y los políticos.

La socialdemocracia no debe tener otro objetivo que conseguir que nuestros hijos vivan en unmundo más libre y justo, próspero y mantenible, pacífico y con menores desigualdades, y paraello es necesario contar con un lugar de encuentro de ideas y proyectos que pudiera llevar ala constitución de una organización política de ámbito europeo. Los reveses electorales, enEspaña y en Europa, y la crisis actual suponen una oportunidad, quizás la última, para tomaraire fresco y recuperar la iniciativa política.

Es imprescindible defender el necesario equilibrio entre la existencia de incentivos al esfuerzo,la innovación y la generación de riqueza, y el mantenimiento de mecanismos de cohesión yprotección social tanto a nivel nacional como internacional, y lograr que los hombres y mujeresde Europa asuman como propios estos ideales y den un paso al frente. Solo así los ciudadanoseuropeos podrán afrontar el futuro con confianza".

*El seudónimo recoge el texto de un grupo de siete economistas, todos menos unopertenecientes a la promoción de 1984 de la Universidad Complutense que en laactualidad son directivos de empresas bancarias y de utilities en España
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