domingo, 4 de octubre de 2009

EL PP COMIENZA A PRIVATIZAR LOS PARQUES PÚBLICOS

El PP comienza a privatizar los parques públicos

Hasta hoy, decir “parque público” era casi una redundancia. Desgraciadamente, dentro de poco, los parques podrán pasar a manos privadas, según los planes de nuestra derecha. Y, por supuesto, ese negocio de unos pocos nos costará muchísimos millones a todos los ciudadanos.
La punta de lanza de estas iniciativas, ¡cómo no!, está encarnada por la marquesa Esperanza Aguirre. Así, la Comunidad de Madrid privatizará en septiembre la gestión del parque de Valdebernardo, el tercero más grande de la ciudad.

Sospecho que la marquesa persevera de este modo en su línea de enriquecer a unos pocos mientras estafa a la mayoría con populistas golpes de efecto, aspavientos y frases simplonas ensayadas en el cuarto de baño de su casa. Veamos…

…Según informa El País, el parque se quedará durante 40 años en manos privadas pero el nuevo gestor no asumirá ni un solo riesgo ya que el gobierno regional sufragará los gastos mediante… 160 millones de euros.

Como ya referí en una pasada columna titulada “Empresarios basura y diálogo social”, España sufre un grave problema empresarial: los empresarios basura. Incapaces de alumbrar ideas y arriesgar en su empeño, viven al calor de la subvención y los contratos públicos que les pagamos entre todos. Opino que ahora nos encontramos ante un ejemplo diáfano.

Pero además de los 160 millones de euros que todos los madrileños pecharemos al mercachifle (perdón, empresario) de turno, la Comunidad le regalará la explotación de varias instalaciones del concurrido recinto.

La estafa al pueblo de Madrid continúa… si el “empresario” (es un decir) piensa que 160 millones de euros es poco dinero por, entre otras cosas, cortar el césped y regar, podrá explotar cinco chiringuitos dentro del recinto. Y dado que el pliego de condiciones no limita horarios ni formas, podrá desplegar terrazas y bares dentro de amplios horarios. Cinco chiringuitos funcionando a todo trapo durante cuarenta años, y en zona de máxima afluencia, no parece un mal negocio, desde luego.

Continúa informando el mismo medio que dos chiringuitos ya se encuentran construidos. Por los otros tres, el arriesgado e indómito empresario no ha de temer. La Comunidad (o sea, usted que me está leyendo y otros muchos como usted) pagará los 540.000 euros de construcción para que un particular se bañe en oro.

Prosigue la misma fuente informando que, además de lo anterior, la concesión incluirá tres parcelas en las que se podrá construir un hotel, centros de ocio, salas de cine… tampoco faltará una depuradora de agua cuyos excedentes podrá vender la empresa concesionaria.
Ante todo lo anterior, el concejal socialista Daniel Viondi ha denunciado que “un parque que se inauguró hace apenas tres años, ha pasado de ser un lugar de todos a un espacio de negocio de unos pocos: solo saldrá beneficiada la empresa que lo explotará. Esto sigue la línea de privatizar elementos de todos en beneficio de unos pocos”.

Aunque las palabras de concejal son muy ciertas, creo que su lenguaje ha sido moderado. Nos encontramos, sencillamente, ante un nuevo robo al pueblo de Madrid cuyo destrozo se presenta incalculable y ¡durante cuarenta años!

En este sentido, bien conviene escuchar a quienes aseguran que la marquesa Aguirre alcanzó la presidencia de la Comunidad de Madrid mediante un golpe de Estado (sin tanques pero con sobornos en forma de Tamayazo) para defender intereses empresariales en detrimento de los madrileños. Ojalá, de ser esto cierto, pudiera demostrarse algún día.

De cualquier modo, espero, confío y deseo que la marquesa Esperanza Aguirre jamás desempeñe responsabilidades mayores. De ser así, el país retrocedería a principios del siglo XIX: todo en manos de unos pocos y el resto del país al servicio de esa minoría privilegiada. Al más puro estilo decimonónico. Señora Aguirre… cíñase la mantilla y la peineta y arroje monedas al populacho camino de los toros. Sin complejos. Así adelantará trabajo.

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